Los polifenoles: compuestos bioactivos clave en la alimentación
Los polifenoles: compuestos bioactivos clave en la alimentación
Los polifenoles son compuestos bioactivos que se encuentran naturalmente en alimentos de origen vegetal. Cuando se ingieren en cantidades adecuadas, estos compuestos protegen al organismo (algunos de manera específica en ciertos tejidos) contra diferentes toxinas fisiológicas y ambientales, así como contra factores de riesgo de enfermedades, actuando a través de vías antiinflamatorias, antivirales, anticarcinogénicas y antimutagénicas.
La cantidad, el tipo y la concentración de polifenoles en los alimentos dependen de varios factores, como su origen, grado de maduración, métodos de cultivo, almacenamiento, transporte, preparación, etc.
Grupos principales de polifenoles:
Flavonoides: Son el grupo más abundante, representando aproximadamente el 60% de todos los polifenoles. Comparten una estructura básica y se subclasifican en flavonas, flavonoles, flavanonas, flavan-3-oles, isoflavonas y antocianidinas.
Ácidos fenólicos: Pueden constituir hasta el 30% de los polifenoles en los alimentos. Ejemplos incluyen el ácido clorogénico (presente en el café) y el ácido elágico (en frutas como la granada).
Estilbenos: Como el resveratrol, conocido por su presencia en las uvas y el vino tinto.
Lignanos: Abundantes en semillas de lino y granos enteros.
Evidencia científica destacada:
Un artículo de revisión clave publicado en Nutrients (Pandey & Rizvi, 2009) sintetiza los efectos beneficiosos de los polifenoles, destacando su capacidad para modular rutas metabólicas relacionadas con el estrés oxidativo y la inflamación. El estudio enfatiza que su consumo regular se asocia con un menor riesgo de enfermedades crónicas, como enfermedades cardiovasculares y diabetes tipo 2.
Fuente:
Pandey, K. B., & Rizvi, S. I. (2009). Plant polyphenols as dietary antioxidants in human health and disease. Oxidative Medicine and Cellular Longevity, 2(5), 270–278. DOI: 10.4161/oxim.2.5.9498
Ejemplos prácticos:
Quercetina (cebollas, manzanas): Potente antiinflamatorio.
Catequinas (té verde): Efectos neuroprotectores.
Antocianidinas (bayas oscuras): Mejoran la función vascular.
Incluir una variedad de alimentos ricos en polifenoles (frutas, verduras, legumbres, té, cacao) es una estrategia sencilla para potenciar la salud.
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