El arte de contar historias: por qué nos conectamos con los personajes
Fuente: McMaster University.
Durante miles de años, los humanos han confiado en la narración de historias para involucrarse, compartir emociones y relatar experiencias personales. Ahora, los psicólogos de la Universidad McMaster están explorando los mecanismos en lo profundo del cerebro para comprender mejor lo que sucede cuando nos comunicamos.
Una nueva investigación publicada en el Journal of Cognitive Neuroscience sugiere que no importa cómo se exprese una narración-a través de palabras, gestos o dibujos-nuestros cerebros se relacionan mejor con los personajes, centrándose en los pensamientos y sentimientos del protagonista de cada historia.
"Contamos historias en conversación todos los días", explica Steven Brown, autor principal del estudio, que dirige el NeuroArts Lab en McMaster y es profesor asociado en el Departamento de Psicología, Neurociencia y Comportamiento. "Muy parecido a las historias literarias, nos relacionamos con los personajes y estamos conectados para hacer historias orientadas a las personas".
Una pregunta importante que los investigadores se propusieron responder fue cómo, exactamente, las ideas narrativas se comunican usando tres formas diferentes de expresión, y para identificar un llamado centro narrativo dentro del cerebro.
Para el estudio, los investigadores escanearon los cerebros de los participantes con fMRI y los presentaron con titulares breves. Por ejemplo, "El cirujano encuentra las tijeras dentro del paciente" o "El pescador rescata al niño del lago helado".
Luego se les pidió que transmitieran las historias usando el habla, los gestos o el dibujo, como se haría en un juego de Pictionary. Las ilustraciones se crearon usando una tableta de dibujo compatible con MRI que permitió a los participantes ver sus dibujos.
Los investigadores descubrieron que no importa qué tipo de narración utilizaran los participantes, las redes cerebrales que se activaron fueron la red de "teoría de la mente", que se ve afectada por las intenciones, motivaciones, creencias, emociones y acciones del personaje.
"Aristóteles propuso hace 2.300 años que la trama es el aspecto más importante de la narrativa, y que el personaje es secundario", dice Brown. "Los resultados de nuestro cerebro muestran que las personas abordan la narración de una manera fuertemente centrada en el carácter y psicológica, centrada en los estados mentales del protagonista de la historia".
A continuación, los investigadores esperan comparar la narración y la actuación para determinar qué sucede cuando contamos historias en tercera persona o retratamos personajes en primera persona.
Publisher: Organized by NeuroscienceNews.com.
Image Source: NeuroscienceNews.com image is credited to McMaster University.
Original Research: Abstract for “Storytelling Is Intrinsically Mentalistic: A Functional Magnetic Resonance Imaging Study of Narrative Production across Modalities” by Ye Yuan, Judy Major-Girardin, and Steven Brown in Journal of Cognitive Neuroscience. Published September 2018.
doi:10.1162/jocn_a_01294
Image Source: NeuroscienceNews.com image is credited to McMaster University.
Original Research: Abstract for “Storytelling Is Intrinsically Mentalistic: A Functional Magnetic Resonance Imaging Study of Narrative Production across Modalities” by Ye Yuan, Judy Major-Girardin, and Steven Brown in Journal of Cognitive Neuroscience. Published September 2018.
doi:10.1162/jocn_a_01294
RESUMEN
La narración de historias es intrínsecamente mentalista: estudio de modalidades de la producción narrativa mediante imágenes de resonancia magnética funcional.
Las personas utilizan múltiples modalidades expresivas para comunicar ideas narrativas sobre eventos pasados. Los tres principales son discurso, pantomima y dibujo. El estudio actual usó imágenes de resonancia magnética funcional para identificar áreas cerebrales comunes que median la comunicación narrativa a través de estos tres mecanismos sensoriomotores. En el escáner, se les presentaron a los participantes pequeños mensajes narrativos similares a los titulares de los periódicos (por ejemplo, "El cirujano encuentra las tijeras dentro del paciente"). La tarea era generar una representación del evento, ya sea describiéndolo verbalmente a través del habla, haciendo una pantomima gestual o dibujándolo en una tableta. En una condición de control diseñada para eliminar las activaciones sensoriomotoras, los participantes describieron las propiedades espaciales de los objetos individuales (por ejemplo, "binoculares"). Cada una de las tres sustracciones específicas de la modalidad produjo resultados similares, con activaciones en componentes clave de la red de mentalización, que incluyen el surco parieto-temporal, el surco temporal superior y la corteza cingulada posterior. El análisis de la conjunción reveló que estas áreas constituyen un "centro narrativo" intermodal que trasciende las tres modalidades de comunicación. La participación de estas áreas en la producción narrativa sugiere que las personas adoptan una perspectiva intrínsecamente mentalista y orientada a los personajes cuando se dedican a contar historias, ya sea mediante el habla, la pantomima o el dibujo.
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