La neuroevolución de la empatía
La empatía involucra una amplia gama de sistemas neurobiológicos que no se limitan a la corteza (la ínsula, la corteza cingulada anterior y la corteza orbitofrontal), sino que abarcan al cerebro medio (por ejemplo, la sustancia gris periacueductal) y el tronco cerebral, así como al sistema nervioso autónomo (SNA), el eje Hipófisis-Pituitaria-Adrenales, y los sistemas endocrinos que regulan los estados corporales, las emociones y la reactividad. Esto se concluye a partir de evidencias convergentes en áreas como: 1) la investigación animal, 2) los estudios de imagen funcional en individuos normales, y 3) los estudios de lesiones neurológicas en pacientes.En los mamíferos, el cuidar a otros involucra a los sistemas neurales de la recompensa y del apego social. Sin embargo, la empatía no es exclusiva de los seres humanos, ya que muchos de los mecanismos biológicos de la empatía son compartidos con otras especies, además de los mamíferos. En este aspecto los seres humanos son especiales, ya que poseen un alto nivel de habilidades cognitivas (como la función ejecutiva, el lenguaje y la mentalización) procesadas por la corteza prefrontal, que se superponen a las capacidades, filogenéticamente más antiguas, como las sociales y las emocionales. Tales habilidades cognitivas, evolutivamente más recientes, han ampliado la gama de conductas asociadas a la empatía, y han ampliado su flexibilidad, como en el cuidado y la ayuda a los miembros de otros grupos, o entre individuos de diferentes especies.
Traducido por Rubén Carvajal Santana, de:
http://home.uchicago.edu/~decety/publications/Decety_ANYAS2011.pdf
Journal Ref:
Decety 2011 The Neuroevolution of Empathy. Ann. N.Y. Acad. Sci. 1231, p35–45
Traducido por Rubén Carvajal Santana, de:
http://home.uchicago.edu/~decety/publications/Decety_ANYAS2011.pdf
Journal Ref:
Decety 2011 The Neuroevolution of Empathy. Ann. N.Y. Acad. Sci. 1231, p35–45
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