Amables, pero tensas: Rasgos de la personalidad trazada en el cerebro 
ScienceDaily (Mar. 20, 2012)
Amables, pero tensos? Un perfil de la personalidad caracterizado por un comportamiento excesivamente sociable pero ansioso tiene sus raíces en el desarrollo anormal de un centro de circuito enclavado en el centro de la parte frontal del cerebro, según científicos de los National Institutes of Health. Se utilizaron tres tipos diferentes de imágenes cerebrales para identificar el área del cerebro sospechosa, en personas con Síndrome de Williams, un raro trastorno genético caracterizado por estos comportamientos. Las coincidencias de las imágenes con las puntuaciones obtenidas en una escala de valoración de la personalidad, revelaron que mientras más rasgos de personalidad / temperamento tenía una persona con síndrome de Williams mayores anomalías había en una estructura del cerebro llamada ínsula.
Según Karen Berman, MD de los NIMH: "Las exploraciones de la actividad, cableado y composición del tejido del cerebro, proporcionaron evidencia convergente de anormalidades genéticamente causadas ​​en la estructura y función de la parte frontal de la ínsula y en su conexión con otras áreas del circuito en el cerebro",
Berman, así como los Dres. Mbemda Jabbi, Kippenham Shane, y sus colegas, presentaron el informe sobre su estudio de imagen en el síndrome de Williams en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias. 
"Esta línea de investigación ofrece una visión de cómo los genes contribuyen a dar forma a los circuitos del cerebro que regulan los comportamientos complejos, como la forma en que una persona responde a los demás - y por lo tanto es prometedora para desentrañar los mecanismos del cerebro en otros trastornos de la conducta social", dijo el NIMH director, Thomas R. Insel, MD
El síndrome de Williams es causado por la supresión de unos 28 genes, involucrados en el desarrollo del cerebro y en el comportamiento, en una sección particular del cromosoma 7. Entre los déficits característicos del síndrome están la falta de capacidad visual-espacial - como se requiere para armar un rompecabezas - y una tendencia a ser muy amigable con las personas, mientras que demasiado ansioso por no asuntos sociales, tales como las arañas o las alturas. Muchas personas con este trastorno también también están afectadas con problemas mentales y de aprendizaje, pero algunos tienen un coeficiente intelectual normal.
Estudios previos de imágenes por parte de los investigadores del NIMH encontraron vías anormales de las fibras neuronales que llevan a cabo las comunicaciones de larga distancia entre las regiones del cerebro - que probablemente sea el resultado de neuronas que migran a destinos equivocados durante el desarrollo temprano.
La evidencia sugiere que los genes influyen en nuestro temperamento y el desarrollo de los trastornos mentales, a través de efectos en los circuitos cerebrales que regulan el comportamiento. Sin embargo, la demostración directa de esto en el ser humano ha sido difícil de lograr. Dado que la base genética del síndrome de Williams es bien conocida, esto les dio a los investigadores una oportunidad única de explorar tales efectos con la neuroimagen.
A pesar de que la ínsula no había sido estudiada en detalle en este trastorno, se sabe que se relaciona con los circuitos cerebrales y ciertos comportamientos, como la empatía, que también es muy importante en este trastorno. Berman y sus colegas, sugirieron la hipótesis de que la anatomía, la función y la conectividad
de la ínsula podrían predecir las puntuaciones de los pacientes con síndrome de Williams, asociados a las escalas de calificación de personalidad. 14 participantes con síndrome de Williams intelectualmente normales, y 23 controles sanos, participaron en el estudio.
La resonancia magnética (MRI) reveló que los pacientes habían disminuido la materia gris - los tejidos de trabajo del cerebro - en la parte frontal inferior de la ínsula, que integra el estado de ánimo y el pensamiento. Por el contrario, habían aumentado la materia gris en la parte frontal superior de la ínsula, que se ha vinculado a los procesos sociales / emocionales.
La técnica de difusión de imágenes, que al detectar el flujo de agua en las fibras nerviosas puede identificar y medir las conexiones entre áreas del cerebro, demostró una reducción de la materia blanca - el cableado de larga distancia del cerebro - entre los centros del pensamiento y de la emoción.
El seguimiento con marcaje radiactivo -con el fin de medir el flujo sanguíneo cerebral en reposo, a través de la tomografía por emisión de positrones (PET)- evidenció las aberraciones de actividad, en consonancia con las anormalidades encontradas por MRI. La PET también reveló un acoplamiento funcional alterado entre la parte delantera de las estructuras de la ínsula y las estructuras clave que participan en el procesamiento de pensamiento, el humor y el miedo. Estas anormalidades estructurales y funcionales en la parte delantera de la ínsula se correlacionan con el perfil de personalidad del síndrome de Williams.
"Nuestros hallazgos ilustran cómo los sistemas del cerebro traduce la vulnerabilidad genética en los rasgos de comportamiento", explicó Berman.
Traducido por Rubén Carvajal Santana de: 
http://www.sciencedaily.com/releases/2012/03/120320141946.htm
Fuente:  NIH/National Institute of Mental Health.

Journal Reference:
  1. M. Jabbi, J. S. Kippenhan, P. Kohn, S. Marenco, C. B. Mervis, C. A. Morris, A. Meyer-Lindenberg, K. F. Berman. PNAS Plus: The Williams syndrome chromosome 7q11.23 hemideletion confers hypersocial, anxious personality coupled with altered insula structure and function. Proceedings of the National Academy of Sciences, 2012; DOI: 10.1073/pnas.1114774109

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