Nanopartículas para manipular neuronas mediante luz
15/02/2018
Marta Pulido Salgado
Investigación y Ciencia
El uso de pequeñas moléculas capaces de absorber
radiación infrarroja y emitir en el espectro visible permitiría estimular zonas
cerebrales profundas, inalcanzables hasta la fecha.
Los científicos han diseñado partículas capaces de transformar luz infrarroja en radiación visible. Ello permite manipular la actividad neuronal en zonas profundas del cerebro, una limitación, hasta ahora, de la técnica conocida como optogenética. En la imagen, conexiones neuronales en el hipocampo de ratón. La región CA1 (verde) es responsable de la orientación espacial. En cambio, el área CA2 (rojo) desempeña un importante papel en la formación de recuerdos fruto de las relaciones sociales y la zona CA3 (azul) participa en la memoria a corto a plazo. [Flickr/NIH]
Controlar la actividad de los circuitos neuronales
es uno de los mayores retos de la neurociencia. A fin de alcanzar este
objetivo, en los últimos años los científicos han desarrollado distintas
técnicas. Entre ellas destaca la optogenética, que permite manipular las
neuronas mediante el uso de luz visible. Sin embargo, presenta ciertas
limitaciones, pues este tipo de iluminación solo alcanza zonas cerebrales
superficiales. Ahora, Thomas J. McHugh y su equipo, del Instituto
de Ciencias del Cerebro Riken, en colaboración con la Universidad de Tokio, han
desarrollado unas peculiares nanopartículas, capaces de absorber luz infrarroja
y emitir en el espectro visible, que podrían resolver el problema.
En su trabajo, publicado por la revista Science, los investigadores insertaron
proteínas fotosensibles, conocidas como canalrodopsinas, en las membranas
neuronales de los ratones. Cuando la luz de onda corta, azul o verde, incide
sobre dichas moléculas, estas actúan como canales iónicos que permiten la
entrada de partículas con carga eléctrica. Ello excita las neuronas y provoca
la transmisión de impulsos nerviosos. No obstante, el tejido cerebral absorbe
la radiación azul o verde aplicada a través del cráneo. Este hecho impide el
control de áreas profundas del cerebro. Así pues, para alcanzar estas regiones,
se requiere la implantación de sondas invasivas.
Ante estos resultados, el grupo de McHugh diseñó
nanopartículas con la capacidad de absorber luz infrarroja, que atraviesa tanto
hueso como tejido, y convertirla en radiación visible.
La inyección de las singulares partículas en zonas
cerebrales profundas permitió a los investigadores controlar la función
neuronal mediante la estimulación de los canales fotosensibles, sin dañar el
tejido. Así, fue posible activar las neuronas dopaminérgicas del área tegmental
ventral, implicada en procesos de adición, recompensa y cognición. En el
hipocampo, en cambio, los científicos fueron capaces de inhibir las células
neuronales. Ello las protegió del daño provocado por el ácido kaínico, un
estímulo sobreexcitador. Finalmente, la optogénetica mediada por nanopartículas
permitió alterar la conducta de los roedores, en concreto, su capacidad de
formar recuerdos relacionados con el miedo.
La técnica podría ayudar a tratar disfunciones
neuronales como las observadas en la enfermedad de Parkinson. Sin embargo, será
necesario caracterizar en profundidad la interacción entre las partículas y el
tejido cerebral antes de aplicarla en humanos. Asegurar la biocompatibilidad y reducir
posibles efectos secundarios es prioritario para McHugh y sus colaboradores.
Por esta razón, en un futuro, planean realizar nuevos experimentos con el
objetivo de optimizar el proceso y mejorar su precisión.
Referencia: «Near-infrared deep brain stimulation via upconversion
nanoparticle–mediated optogenetics», de S. Chen et al. en Science,
359, 679–684, 9 de febrero de 2018.
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