Nuestros antepasados tambien tuvieron que resolver temas como el liderazgo o la organización de un grupo. Entre una reunión de crisis, con líderes políticos apretujados por la incertidumbre económica, y el encuentro en una prehistórica sabana africana de carnívoros inquietos y un nuevo depredador -el hombre- no ha pasado mucho tiempo. En la evolución humana sólo han pasado tres días pero el concepto y las estrategias para enfrentar las crisis son parecidas. Ahora se sellan acuerdos, antes se conseguían alianzas con otros depredadores.
"El mejor ejemplo es el lobo, el antepasado del perro. Se creía que su domesticación había sido hace 14.000 años pero se han encontrado fósiles en Bélgica y Ucrania de hace 30.000 años. Ambos, hombre y lobo, son carnívoros sociales que establecen una alianza porque les resulta ventajosa. Dos competidores que se unen", le comenta a BBC Mundo, Jordi Rosell, codirector del Congreso de Interacciones entre homínidos y carnívoros durante el Pleistoceno, que se realizó recientemente en España. El congreso, coorganizado por el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES), buscó establecer paralelismos con situaciones actuales como la crisis económica.
Ser más lobos
Una de las primeras crisis del hombre fue bajar de los árboles, dejar de comer frutas y convertirse en un carnívoro. A la sabana de leones, hienas y demás depredadores llegó un nuevo competidor. "Al saltar a un nicho que no era nuestro, comer carne, generamos desequilibrio, estrés. En la historia ha habido muchos y otros carnívoros sociales han sobrevivido". "¿Cómo solucionaban los carnívoros un momento de crisis? Con diferentes modelos sociales. Las hienas son muy matriarcales, los lobos muy jerárquicos, los licaones (perro salvaje africano) igualitarios: se mueven en clanes. Es posible que hayamos aprendido a desarrollarnos socialmente para hacer frente a las crisis", detalla el experto.
Temas como el liderazgo o la organización de un grupo, aspectos que preocupan a las empresas actuales, ya habían sido resueltos por los grandes carnívoros mucho antes. "No somos economistas", aclara, "no damos soluciones al hombre actual pero igual deberíamos cambiar de actitud. Ahora el problema es de dinero y quizás podríamos ser cooperantes, como lo fueron los lobos".
El hombre, lobo del hombre
En un hallazgo reciente del IPHES, en la Sierra de Atapuerca (Burgos), se confirmó que los antepasados del
Homo sapiens no sólo practicaban el canibalismo sino que era un rasgo cultural. Se comía a miembros de grupos externos para evitar la competencia por el territorio.
Imagen de lo que fue la mandíbula de una hiena, cuyo modelo social es el matrialcal.
Su andadura como carnívoro lo llevaría a explorar otras zonas del planeta, América y Australia, donde su llegada inicia el descenso de poblaciones de mamuts o bisontes. "Arrasaban con todo", apunta Rosell. ¿Y en la crisis actual? ¿El hombre sigue siendo el lobo del hombre como acuñaba el filósofo Thomas Hobbes? "Dados los resultados actuales sí. Estamos en un entorno de elementos alfa (personajes poderosos o en una alta posición social)", responde Rosell. "La crisis no es para todos. Fortalece al fuerte y debilita al débil. No obstante, contamos con elementos de solidaridad que intentamos aplicar, eso nos separa de otros animales", apunta. Según dice el experto, "ante un mismo estímulo, un animal da la misma respuesta. Nosotros no". "Tenemos una historia de tres millones de años, somos nuevos, y sin embargo hemos podido adoptar diferentes modelos patriarcales, jerárquicos, monárquicos, más igualitarios. Nos hemos convertido en grandes generalistas con una diversidad de respuestas. Ese ha sido uno de los éxitos de la especie", explica. "Ahora bien", subraya, "Huxley decía que lo único que nos ha enseñado la historia es que no hemos aprendido nada de la historia. Quiero pensar que ahora somos lo suficientemente inteligentes y desarrollados tecnológicamente para remar hacia el mismo lado".
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