El prejuicio de los seres humanos tiene raíces evolutivas muy antiguas.

ScienceDaily (18 de marzo 2011) - La tendencia a percibir a los demás como "nosotros contra ellos" no es exclusivamente humana, ya que parece ser compartida por nuestros primos primates,  de acuerdo a un nuevo estudio conducido por investigadores de la Universidad de Yale.

A pesar de que los monos exhiben prejuicios, al igual que los seres humanos, también pueden ser flexibles en cuanto a los que aceptan en su grupo, de acuerdo a una investigación reciente. (Crédito: Imagen cortesía de la Universidad de Yale)

En una serie de ingeniosos experimentos, un grupo de investigadores de Yale liderados por la psicóloga Laura Santos demostraron que los monos tratar a las individuos de fuera de sus grupos con la misma sospecha con la que sus primos humanos tienden a tratar a los forasteros, lo que sugiere que las raíces del conflicto entre los grupos humanos pueden ser evolutivamente muy antiguos.
Los hallazgos aparecen en la edición de marzo del Journal of Personality and Social Psychology.
Santos sostiene que "Uno de los aspectos más preocupantes de la naturaleza humana es la tendencia a evaluar a las personas de manera diferente, dependiendo de si es o no miembro de nuestro grupo". "Casi todos los conflictos en la historia humana han implicado hacer distinciones entre la gente, sobre la base de si es un miembro de su propia raza, religión, clase social, etc. La pregunta que nos interesa es: ¿De dónde proviene este tipo de distinciones de grupo? "
La respuesta, según Santos, es que estos sesgos, aparentemente, no han sido resultado de la cultura humana sino que han sido formados durante 25 millones de años de evolución.
Santos y su laboratorio estudian los macacos rhesus viven en una isla frente a las costas de Puerto Rico. Los monos en esta población, al igual que los humanos, conforman de manera natural sus diferentes grupos sociales sobre la base de los antecedentes familiares. A fin de evaluar si los monos hicieron las mismas distinciones entre las personas del endogrupo y del exogrupo, los investigadores utilizaron una tendencia bien conocida de los animales de quedarse mirando por más tiempo las cosas nuevas o espantosas que las cosas familiares o amistosas. Presentaron imágenes de monos que estaban en su grupo social o que eran miembros de un grupo diferente. Encontraron que los monos miraban más tiempo a las imágenes de otros monos que estaban fuera de su grupo, lo que sugiere que los monos espontáneamente detectaban quién es un extraño y quién es un miembro de su grupo.
"Lo más importante de este resultado", señaló Neha Mahajan, estudiante graduado de Yale que encabezó este proyecto, "es que los monos de esta población migraban constantemente de un grupo a otro, por lo que algunos de los monos que estaban "afuera" fueron previamente parte del endogrupo. Y, sin embargo, el resultado fue igualmente válido para los monos que habían sido transferido a los grupos apenas unas semanas antes, lo que sugiere que estos monos son sensibles a quienes en un momento determinado eran considerados como conocidos o extraños. En otras palabras, aunque los monos dividieron el mundo en "nosotros" contra "ellos" lo hicieron de una manera flexible que se actualiza en tiempo real."
Luego Santos y sus colegas se preguntaron si los monos evaluaban de manera diferente a los miembros del endogrupo o del exogrupo, asociándolos automáticamente como individuos "buenos" o "malos" respectivamente? Para estudiar esto, desarrollaron una versión para monos del Test de actitudes implícitas o TAI. En los seres humanos, esta prueba mide el grado en que las personas muestran sesgos implícitos que obstaculizan a los miembros de otros grupos. Para evaluar la misma capacidad en los monos, los investigadores le mostraron a los monos una secuencia de fotos de caras de monos pertenecientes a endogrupos o exogrupos, simultáneamente con fotos de cosas buenas como frutas, o cosas malas, como arañas.
Los investigadores registraron el tiempo empleaban los monos en mirar a los dos tipos de secuencias. Los monos pasaron poco tiempo mirando las secuencias que incluían caras de endogrupo asociadas con cosas buenas o caras de exogrupo caras asociadas con cosas malas, lo que les sugirió que los monos trataban estos dos tipos de estímulos de manera similar. Por otro lado, los monos miraron por más tiempo las secuencias en las que los individuos del exogrupo se asociaron con objetos positivos lo que sugiere que esta asociación no era natural para los monos. Al igual que los humanos, los monos tienden a ver espontáneamente a los miembros del endogrupo de manera positiva y negativamente a los del exogrupo.
Los resultados del equipo de Yale sugiere que los humanos hacen distinciones entre "nosotros" y "ellos" - que es la raíz de los prejuicios humanos - desde hace por lo menos 25 millones de años, cuando los seres humanos y los macacos rhesus compartieron un ancestro común.
De acuerdo a Mahzarin Banaji, del Departamento de Psicología de la Universidad de Harvard y co-autor del trabajo "Los psicólogos sociales presentaron al mundo una idea muy poderosa en la determinación de la conducta, incluso entre los sentimientos de grupos."  "Los teóricos evolucionistas nos han hecho conscientes de nuestro pasado ancestral. En este trabajo, tejemos los dos juntos para mostrar la importancia de estas dos influencias en el trabajo."
"La mala noticia es que la tendencia a rechazar a los miembros del grupo externo parece ser evolutivamente muy antiguo, y por lo tanto puede más difícil de eliminar de lo que nos gustaría", dijo Santos. "La buena noticia, sin embargo, es que inclus los monos parecen ser flexibles en cuanto a quién cuenta como un miembro del grupo. Si los seres humanos podemos encontrar la manera de aprovechar esta flexibilidad evolutiva, podría permitir que nos convirtamos en una especie más tolerante."
Otros autores del papel de Yale son: Margaret A. Martínez y Gutiérrez Natashya. Investigadores de la Universidad Bar-Ilan y Harvard, que también contribuyó al estudio.
El trabajo fue financiado por el National Center for Research Resources, parte del National Institutes of Health.

Story Source:
The above story is reprinted (with editorial adaptations by ScienceDaily staff) from materials provided by Yale University.

Journal Reference:
  1. Neha Mahajan, Margaret A. Martinez, Natashya L. Gutierrez, Gil Diesendruck, Mahzarin R. Banaji, Laurie R. Santos. The evolution of intergroup bias: Perceptions and attitudes in rhesus macaques.. Journal of Personality and Social Psychology, 2011; 100 (3): 387 DOI: 10.1037/a0022459
Traducido por Rubén Carvajal Santana


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Los 30 neurocientíficos vivos más influyentes de hoy en día

¿Cuál es la edad ideal para jubilarse? Nunca, según un neurocientífico

Psicólogo ciego ayuda a otros a ver soluciones