El vestido no es ni azul ni dorado, sencillamente el color no existe


Scottish musician Caitlin McNeill and her band were arguing over what color this dress is. She posted the photo on Tumblr and the internet quickly divided into two camps: those who saw blue and black and those who saw white and gold. Image courtesy Tumblr/swiked
Lo más sorprendente de la foto del vestido es el poder que posee. Plantea, por un lado, algunas de las preguntas científicas fascinantes: ¿Qué es esa cosa llamada color? y ¿cómo en el mundo pueden dos personas ver un color de manera tan diferente? Pero también hay una cuestión, más filosófica en juego: ¿Por qué la gente está tan fascinada por este vestido? y ¿qué hizo que se volviera viral tan rápidamente? Beau Lotto, profesor de neurociencia de la Universidad College de Londres, cree que sabe la respuesta. Tendemos a pensar que vemos el mundo de manera objetiva, como si así fuese en realidad. La foto del vestido revela la falacia de ese tipo de pensamiento. Nos hace cuestionar la forma en que vemos, no sólo el vestido, sino todo el mundo a nuestro alrededor. Él lo llama "verse a sí mismo." Digamos que usted ve el vestido en blanco y oro pero usted sabe que alguien más, un compañero de trabajo o de clase, lo percibe como azul y negro. En ese momento, el cerebro hace algo extraordinario, según Lotto: "Le parece entretenido el hecho de que pueda haber dos realidades mutuamente excluyentes. Significa que vemos una realidad, pero sabiendo que existe otra realidad. Así que nos convertimos en observadores de nosotros mismos. Caemos en cuenta de lo que significa el ser humano. Y esa es la base de la imaginación". Este pequeño vestido horrible, de pronto se convierte en un generador de preguntas que se extienden mucho más allá del propio vestido y tienen implicaciones mucho mayores. Si dos personas no ven el color de manera tan diferente, ¿qué significa esto para la forma en que nos percibimos los unos a los otros. ¿Qué significa eso para la forma en que nos percibimos a nosotros mismos? Pero volvamos a color. "No hay tal cosa como la luz. No hay tal cosa como el color". "El color sólo existe en nuestra cabeza", dice el neurocientífico Beau Lotto.  Bevil Conway, un neurocientífico que estudia el color y la visión en el Wellesley College, lo explicó de esta manera: "El color es este cómputo que nuestros cerebros hacen que nos permite extraer el significado de el mundo." Hay receptores llamados conos en la retina que actúan como sensores de cada color. Unos procesan el color azul, otros procesan el rojo, otros el verde. Una compleja red de células sofisticadas en el cerebro compara la actividad de estos conos y, a continuación, se generan señales en nuestro cerebro que producen la impresión de los colores. Este sistema está trabajando activamente, todo el tiempo. "Para mí, lo más sorprendente de todo es que tenemos toda esta circuitería que hace todas estas cosas, y no estamos al tanto de nada de eso", dijo Conway. Pero hay algo más. La forma como vemos un objeto tiene que ver totalmente con la forma cómo se ilumina el objeto. Nuestros cerebros se han adaptado para ver el blanco como tal, ya sea bajo luz fluorescente o luz del día dura, suave, azul claro o amarillo pálido. Eso se llama constancia de color, dijo Anya Hurlbert, profesor de neurociencia visual en la Universidad de Newcastle. Es algo con lo que Monet jugaba todo el tiempo, la pintura del color de las sombras de los pájaros azules, por ejemplo, para compensar la luz que iluminaban ellos.  "La mayoría no ve el azul", dijo Conway. "Lo descuentan." La mayoría de la gente lo percibe como negro." Los seres humanos ven el mundo en su mayoría en el contexto de la luz natural, que es de color azul y naranja - azul del cielo y naranja del sol. Esos colores de luz natural son el contexto para todo lo demás que percibimos. Ayudan a fijar la escena. No nos dicen el color de los objetos. Sólo iluminan esos objetosEntonces, si nos fijamos en un objeto, nuestro cerebro automáticamente se deshace del azul y naranja para hacer espacio para el nuevo color, dijo Conway. Normalmente, nuestros cerebros están adaptados a compensar este cambio de luz. Pero vamos con el vestido. Es difícil decir de qué color se ilumina el vestido, qué está haciendo que nuestros sistemas se descontrolen cuando lo miramosLa habitación está bajo una luz, una luz amarilla, pero el vestido está en una sombra. Si el vestido no está siendo iluminado por la luz amarilla, parece azulado. Algunos cerebros compensan los cambios de luz - otros cerebros noEste vestido, según dice Lotto,  "parece estar ubicado en una zona en la que es inestable. Es, por definición, ambiguo. Podría estar virando en una dirección pero, es casi igual de probable, también podría virar a  la inversa también." Si lo ves en el monitor tu computadora, es posible que lo veas como gris oscuro y azul, pero si el monitor apunta hacia arriba, se verá más oro y blanco. Si inclinas el celular, podrás verlo otra vez de manera diferente, porque estás cambiando la cantidad de contraste. El color es percepción, y esta imagen nos permite concluir en algo totalmente contrario a nuestra intuición: que no existen tales cosas como el blanco o el oro, el azul o el negro.

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